También analizamos sistemas de carbonatación sin refrigeración. Son muy pequeños y no necesitan alimentación eléctrica, ¡pero la experiencia del agua con gas no es comparable! Analicemos la situación: el agua y el CO2 sólo se combinan en determinadas condiciones, una de las cuales es que el agua debe estar a una temperatura inferior a 3°C. En un sistema profesional de carbonatación en frío como nuestro SPARKLING, se provoca una reacción a alta presión que produce ácido carbónico (H2CO3), lo que confiere al agua un sabor especialmente refrescante y con gas que perdura en el tiempo. En los sistemas de carbonatación sin refrigeración sólo se introduce CO2. Se puede ver claramente cómo el CO2 se evapora casi inmediatamente. Si llena un vaso de agua con un sistema de carbonatación sin refrigeración, el efecto efervescente desaparecerá al cabo de unos minutos. Un sistema de carbonatación sin refrigeración puede introducir de 2 a un máximo de 3 g de CO2 en el agua. En un sistema profesional de carbonatación en frío, no sólo se controla perfectamente la temperatura, sino que el agua se combina con CO2 con presión y ¡se produce ácido carbónico a partir del CO2! Si llena aquí un vaso de agua con gas, al cabo de unas horas seguirá estando efervescente. Para su información, nuestra agua con gas puede alcanzar un contenido de CO2 de hasta 8 g por litro. San Pellegrino tiene un contenido de CO2 de unos 7 g por litro, ¡sólo para comparar!

Nuestra solución: Naturalmente, descartamos de inmediato los sistemas de carbonatación sin refrigeración porque el sabor y el resultado no son en absoluto comparables a los de un sistema profesional de carbonatación en frío.

¡Por eso hemos decidido ofrecerle este tipo de sistema!